08 julho 2005

Carta ao Frei Bentouvem

¡Calma Frei Bentouvem! Que la ira también es un pecado...
Yo sé que no debería haber hecho lo que hizo, pero hay que comprender que estoy en Portugal hace un rato y las portuguesas “no me dan bola’, como vosotros dicen… Las portuguesas no les gustan hablar o ir de copas con extranjeros y así es mucho triste estar en Portugal.
De toda a forma, Frei Bentouvem, confeso que pequé y prometo que estos episodios no repetiran.
¿Nos quedamos domingo?
¿En el Golf de Galamares o en la Iglesia de Colares?

Su confesado amigo,
Joaquín GólFEZ Asneira

P.S. – Creo que os he visto en la exposición sobre sexo… ¿Será verdad?